Empecé mi carrera artística a los cinco años, cuando me adentré en el mundo de las danzas urbanas, disciplina en la que sigo involucrada hasta el día de hoy. Durante más de diez años participé en competiciones nacionales, desarrollando mi pasión y habilidades en este ámbito. Sin embargo, no fue hasta los dieciséis años que descubrí mi interés por la interpretación, al formar parte del cuerpo de baile del musical de fin de curso del instituto, “Los Miserables.”
Ese mismo año coincidió con el estreno de la película “El Gran Showman”, un evento que marcó un antes y un después en mi despertar artístico. A pesar de esta revelación, los miedos y la presión me llevaron a iniciar el bachillerato de ciencias. Muy pronto me di cuenta de que ese no era mi camino. Fue entonces cuando tuve mi momento de: “Mamá, quiero ser artista”. Con el apoyo de mi entorno, cambié al bachillerato de artes escénicas, donde finalmente encontré mi verdadera identidad.